¿Sabías qué?
El origen de los villancicos no tiene nada que ver con el tema religioso.
Esas canciones que hoy en día relacionamos tanto con la época navideña y que en su mayoría hablan del nacimiento del niño Jesús y además desplazan a cualquier ídolo del Pop para dejarse escuchar durante el mes de diciembre, aunque las conocemos villancicos, no lo son del todo.
Los villancicos llevan ese nombre porque eran cantados por los villanos, pero no esos villanos malosos que todos conocemos si no los habitantes de las Villas de Castilla del siglo XV y que hablaban del acontecer diario dentro de la comarca y a su vez con ellas amenizaban las fiestas.
Para el siglo XVI las autoridades eclesiásticas analizan el beneficio de integrar composiciones en castellano a la ceremonia litúrgica para acercar al pueblo a los misterios de la fe católica y así comienza a cambiar su temática de ser simple y mundana a tener contenido religioso.
En el siglo XVII se enfrentó el villancico a algunos conflictos entre religiosos y conservadores pero también su práctica se prestó a divertidas parodias sobre personajes del momento, pero lo más relevante es que en este siglo Oliver Cromwell prohíbe la celebración de la navidad y con ella la interpretación de los ya populares Villancicos.
Durante el siglo XVIII Italia, sin mencionar que su influencia fue generalizada casi a todos los géneros musicales de la época, tiene una gran influencia sobre estos cantos sobre todo en la estructura musical, la cual a pesar de conservar su estructura del siglo pasado se combina con las practicas del momento no solo con contextos litúrgicos si no también didácticos. Pero también en esté siglo Compositores importantes trabajan en conjunto para que el villancico desaparezca de la liturgia logrando su cometido a principio del siglo XIX en donde fueron sustituidos por los responsorios gregorianos.
La mayor parte de los villancicos del Renacimiento se encuentran recogidos en cancioneros. como los Cancioneros de Palacio, de la Colombina, y el de la Casa de Medinacelli.
De esta manera el villancico que estamos acostumbrados a oír en estas fechas tiene una estructura melódica y armónica sencilla y normalmente suele estar interpretado en las voces por coros de niños con melodías fáciles y sencilla armonía.
