KiVa previniendo el acoso escolar.
En numerosas ocasiones hemos escuchado de víctimas de bullying o acoso en las escuelas ya sean privadas o del gobierno, el índice de violencia entre los menores aumenta y va desde preescolares hasta adolescentes. Me di a la tarea de buscar artículos que concienticen y ayuden a entender esta situación que es palpable en muchas ciudades alrededor del mundo.
¿Qué es el acoso escolar o bullying?
Es un modo que emplea el agresor(es) para someter e intimidar a sus víctimas y hacerlas sentir rechazadas-odiadas por ciertas características como: color de piel o cabello, personalidad introvertida, dificultades para aprender o poner atención, problemas para controlar necesidades fisiológicas…en un nivel académico mayor como secundaria o bachillerato puede influir el modo de pensar, religión o nacionalidad. Las agresiones van de lo verbal a lo físico (mordiscos, arañazos, empujones, insultos y apodos) en casos más específicos y avanzados encontraremos humillaciones publicadas en redes, fotos y videos en la web que son generados con la intención de causar daño psicológico y de tipo social, ya que la víctima se sentirá avergonzada y frustrada ante la exposición pública de los ataques sufridos ante los agresores.
Perfil de la víctima: por lo general se trata de niños y adolescentes con autoestima baja, considerados físicamente débiles ya sea por su estatura o corpulencia, son reservados y casi son imperceptibles en su entorno escolar. O en contraparte pueden ser niños inteligentes y de excelentes notas acechados por compañeros que desean destruirlos o denigrarlos por no obtener su nivel académico.
Perfil del agresor: lo que he notado en las escuelas de mi alrededor, los definen como infantes o muchachos con potencial físico (altos y corpulentos) condición que favorece a la intimidación de sus posibles afectados, manipuladores y rebeldes, presentan dificultades para atender indicaciones de sus profesores, deficiencias de aprendizaje.
Casualmente hace un tiempo encontré un artículo en Facebook sobre el KiVa un programa para prevenir la violencia escolar, el cual surgió en Finlandia, Universidad de Turku. En Europa se han tomado cartas en el asunto y se ha estudiado más a fondo el bullying destacando el papel que juegan los espectadores al mantenerse inertes o burlarse sin más de quien está siendo sometido a golpes o humillándole verbalmente.
Aunque la cultura y educación entre un continente y otro es abismal, la situación de violencia escolar es semejante. Por ello considero importante compartirles más sobre este Programa KiVa.
KiVa es un conjunto de reglas que influyen en un grupo escolar para evitar que los observadores se vuelvan activos al burlarse o secundar los ataques hacia la víctima o que se queden pasivamente en silencio, siendo en ambos casos encubridores de los hechos. No se trata de buscar venganza o amedrentar a los demás, el punto es prevenir todo acto impulsivo que genere exclusiones o riñas dentro y fuera de los salones.
Este programa está avalado en casi todos los centros de estudio de Finlandia, demostrando con hechos su eficacia, haciendo notar una convivencia sana, disminuyendo conductas depresivas o de ansiedad, mejoras de aprendizaje grupal y obviamente sin acoso. Este trabajo depende de los docentes, alumnos y tutores. Muchas veces en nuestro país se observan signos de alerta tanto para los que están siendo damnificados como para los que violentan y los padres de familia no hacen nada en otros casos son las mismas autoridades escolares las que niegan la presencia de ataques físicos o verbales dentro de sus planteles.
Recomendaciones para implementar el programa KiVa:
-Mostrar los tipos de acoso que existen
-Orientar sobre cómo mejorar la convivencia en sus aulas
-Hablar sobre empatía y respeto
-Generar un buzón en donde se pueda alertar anónimamente sobre el acoso en los salones o fuera de ellos con su docente o una autoridad asignada para tal tarea
-Formar un equipo con los padres de familia cuya labor sea estar pendientes ante alguna situación de violencia de cualquier tipo (verbal, física y psicológica)
-Apoyar tanto a la víctima como al agresor (personal calificado)
Es bien sabido que aplicar este tipo de programas en las escuelas mexicanas es difícil ante la indiferencia, resistencia o ignorancia sobre el tema, pero confío que poniendo un granito de arena desde casa podemos disminuir la ola de violencia que atañe a las escuelas de nuestro país. Recordemos que los valores y principios se enseñan desde casa y se refuerzan en las aulas. Evitemos ignorar situaciones que pueden convertir a nuestros niños y adolescentes en adultos hostiles o personas maltratadas tanto en lo emocional como en lo físico. Tolerancia, respeto y empatía son algunos de los más valiosos ejemplos que podemos dar como padres/tutores o docentes.
Sitios web de apoyo/información:
